10 cosas que cambian para siempre cuando te vas a vivir al extranjero

9:00


Gruyeres canton Fribourg Suiza a golpe de objetivo

Salir de tu país de origen y empezar una nueva vida en un país diferente, fuera de tu zona de confort, lejos de tu familia y con una cultura desconocida a la que adaptarse es una experiencia que, en mi opinión, todos deberíamos de experimentar al menos una vez en la vida, aunque sea por un período cortito de tiempo.

No obstante, debo de advertir que desde el momento en el que "sales del nido", ya no hay vuelta atrás, irremediablemente hay cosas que cambian para siempre. Y estoy segura de que los que leáis esto y hayáis vivido (o estéis viviendo) la experiencia de vivir en el extranjero, coincidiréis conmigo.

Mucho se ha escrito ya sobre esto, pero no ha sido hasta hace unas semanas – cuando se abrió ante nosotros la posibilidad de volver a nuestra Valencia – que me he dado realmente cuenta del cambio tan grande que se ha producido en mí. Que, como os contaba por Instagram, esa ciudad de la que siempre he presumido y con cuyo retorno he soñado tantas veces ya no tiene la exclusividad en mi corazón; que mi vínculo con Suiza, un país tan ajeno y extraño a mí hace 6 años, es mucho más fuerte de lo que pensaba;  que el día que regresemos a España nada va a ser como antes. Tendremos que comenzar de 0 en nuestra propia ciudad y adaptarnos culturalmente de nuevo. Este sentimiento me inquieta, es como si parte de mi identidad se hubiese perdido y me cuesta imaginar mi vida a largo plazo en ningún sitio. Es como si viviese constantemente en tierra de nadie.

Después de darle mil vueltas a este cocktail de sensaciones que me han estado "atormentando" en las últimas semanas, he llegado a la conclusión de que estas son algunas de las cosas que cambian para siempre una vez das el salto de irte a vivir al extranjero:


1. El mundo deja de tener fronteras 

El aeropuerto se convierte en un lugar de paso habitual; visitas de amigos y familia, escapadas, viajes de trabajo... El mundo se abre ante ti y te sientes capaz de moverte por el mundo como pez en el agua.

2. Te conviertes en un turista de tu nuevo hogar, ¡y eso mola! 

Ese sentimiento Erasmus/aventura, o como quieras llamarlo, te acompaña constantemente y se vuelve una droga adictiva. Ya bien sea porque no dominas al 100% el idioma y tienes que apañártelas para desenvolverte en tu día a día o porque puedes disfrutar de conocer nuevos lugares constantemente (lo cual también puedes hacer en tu país origen pero nunca haces). Lo normal se vuelve extraordinario y la monotonía ya no tiene cabida en tu vida.

3. A menudo, idealizas lo que has dejado atrás

Esto es como un "ni contigo ni sin ti". Sales de tu país "huyendo" y echando pestes sobre aquello que no te gusta (en nuestro caso y en su día fue la falta de estabilidad laboral y de proyección profesional); pero a la mínima que tienes la oportunidad sacas el orgullo patriota y defiendes a pecho y espada tu tierra natal, hasta tal punto que con el paso del tiempo uno ya no sabe si el dulce (o amargo, según cada uno) recuerdo de lo que se ha dejado atrás es real o no.

4. Y lo comparas absolutamente todo

Esto principalmente ocurre al principio de mudarte a un nuevo país. Los precios, la cultura, la forma de comunicarse de la gente, la gastronomía... Toda crítica, positiva o negativa, comienza con la coletilla de "pues en España...".


5. Corres el riesgo de "perder" tu identidad

Afortunadamente, todos los seres humanos tenemos una capacidad de adaptación extraordinaria. Lo que al principio de mudarte a un nuevo país parece tan insólito con el tiempo pasa a convertirse en algo cotidiano y tu carácter, tus gustos y tus preferencias se van moldeando hasta que te das cuenta de que ya no ves el mundo con los mismos ojos, ni perteneces a un sólo lugar, lo cual puede llegar a crear cierto desasosiego y frustración pero es algo muy común entre todos los que vivimos fuera y que tenemos que aprender a sobrellevar.

6. Valoras más las amistades

Los amigos de siempre o esos que se han cruzado en tu camino en un momento puntual de la vida, no importa ni el cómo ni el cuándo, lo que importa es que pase lo que pase sabes que SIEMPRE van a estar ahí. La distancia y el tiempo extingue muchas relaciones pero las amistades verdaderas son las que perduran ¡y hay que cuidarlas como un tesoro!

7. Aprendes a exprimir al máximo los pequeños momentos de la vida

Una de las desventajas de vivir fuera es no poder estar tan presente como te gustaría para la familia y amigos que dejas atrás en tu país de origen. Bodas, cumpleaños, nacimientos... son muchos los momentos que te pierdes. Por lo que cada instante junto a un ser querido se convierte en el momento más valioso.

8. Dejas de hablar un sólo idioma para hablar varios y mal

Poco más puedo decir al respecto 😂

9. Aprendes a decir adiós

De forma natural y por mucho que intentemos evitarlo, uno acaba juntándose con gente con una situación afín a la nuestra: extranjeros viviendo fuera de su país, expatriados, nómadas, emigrantes o como los queráis llamar. Nos sentimos más entendidos y arropados en este círculo de gente en continúo movimiento, amistades a las que, con frecuencia, hay que saber decir "adiós".

10. Cambias...

En definitiva, como ya os he dicho al inicio, cambias sin darte cuenta. Es parte del progreso que se produce en ti, es bonito, es gratificante y es un cambio positivo al que no hay que tener miedo.

...y cuando regresas a casa todo sigue igual

Ésta es la sensación que siempre te da cuando vuelves a casa. Lógicamente tus amigos y familia también van cambiando, madurando, evolucionando... pero desde fuera todo se ve igual. Esa sensación de estabilidad siempre hace que el regreso sea reconfortante y produce calma y estabilidad. Saber que, pase lo que pase, siempre habrá un lugar en el mundo al que seguir llamando hogar.

Y hasta aquí mi reflexión. Desde luego me he desahogado bien con vosotr@s 😅 ¿Os sentís identificad@s con alguno de los sentimientos que he compartido? ¿Añadiríais alguno más a la lista?

¡Un besazo y hasta pronto!

"Cambia tus opiniones, mantén tus principios, cambia tus hojas, mantén tus raíces"

You Might Also Like

2 comentarios

  1. Hola Carolina,
    Acabo de topar con tu blog y me dió por leer esta entrada por curiosidad, ya que yo también vivo en el extranjero desde hace unos 6 años y puedo corroborar cada punto, espacio y coma que has escrito. Creo que has conseguido plasmar en el "papel" los sentimientos y percepciones que se tiene una vez sales del país y te aventuras a nuevas experiencias.
    Comentaría cada punto de tu lista, ya que me identifico con cada uno de ellos; pero el que me encantó (y me reí mucho) es el punto 4: pasas a compararlo todo! y yo soy especialista en ello!

    Felicidades por el post, voy a seguir mirando tu blog! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario! Creo que leer y expresar estas cosas nos hacen sentir más arropados y comprendidos, algo que no siempre es fácil cuando tratas de compartir estas inquietudes con alguien que no ha vivido esta experiencia. Así que me alegra que te sientas identificada :) Y bienvenida al blog!

      Eliminar

No seas remolón/a y déjame tu comentario ;)