4 días en Moldavia II: Qué ver en Chisinau
9:30En el artículo anterior, ya compartí con vosotr@s la primera parte de nuestra escapada a Moldavia con la visita a las bodegas de Cricova y el poblado histórico de Old Orhei. Hoy, nos desplazamos a la capital, Chisinau. Una ciudad que pasa totalmente desapercibida en el panorama turístico international y de la que me he propuesto que el mundo conozca un poquito más a través de éste, mi humilde blog :)
Así que aquí os dejo nuestro pequeño resumen de nuestros dos días en Chisinau. ¿Os venís con nosotros?
Qué ver en Chisinau
Estos son algunos de los puntos de interés más destacados de la capital:
- Catedral de la Natividad: coronando el centro de la ciudad nos encontramos con la iglesia ortodoxa más importante de Chisinau. Construida en 1830 por encargo del gobernador de Nueva Rusia y bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial.
No os perdáis su interior repleto de frescos de vivos colores en los que el dorado y el azul son los principales protagonistas.
- Arco de Triunfo: la entrada al parque de la catedral está marcada por la Puerta Sagrada, también conocida como el Arco de Triunfo de Chisinau, de 1841, el cual conmemora la victoria del ejército ruso sobre el Imperio Otomano. Moldavia fue parte de la unión soviética hasta 1991.
- Palacio del Gobierno: frente al Arco de Triunfo, destaca un sobrio y robusto edificio de estilo soviético en forma de la letra "П" del alfabeto ruso.
- Mercado de las flores: en la parte noroeste del Parque de la Catedral, se sitúa el Mercado de las Flores, abierto 24 horas siete días a la semana.
- Parque de Stefan cel Mare: a apenas escasos metros del Parque de la Catedral, nos encontramos con otro de los principales parques de la ciudad, el de Stefan cel Mare, la estatua de este héroe de la época medieval de Moldavia se sitúa en su entrada principal. Este parque es el lugar de encuentro de gente joven, familias y jubilados donde igual te puedes encontrar un grupo de parejas de la tercera edad bailando al ritmo de música folklórica como de break dancers animando a los viandantes. Sin dudas el lugar perfecto para sentarse y ver el transcurrir de la vida local.
- Museo Nacional de Etnografía e Historia Natural: como veréis en el vídeo, uno de los mejores recuerdos que nos llevamos con nosotros fue la visita a este museo. El museo — considerado el más grande y rico del país con una colección de más de 135.000 piezas — cuenta con una extensísima exposición de piezas de animales disecados, restos arqueológicos, muestras geológicas, artilugios y trajes típicos del país e incluso reproducciones de las estancias de los hogares tradicionales moldavos.
El museo, a pesar del valor y la riqueza de su colección, está en decadencia por falta de medios y de compromiso de las instituciones públicas. Una verdadera lástima.
No obstante, lo más memorable de esta visita fue nuestro guía, André; un hombre culto, de mundo, con un inglés perfecto, amante de la historia de su país y muy comprometido con la conservación del museo. Durante dos horas y media nos guió a través de la historia de Moldavia de una forma súper amena, respondiendo a nuestras decenas de preguntas y transmitiéndonos su pasión. Si vais a visitar este museo, os aconsejo que llaméis con antelación y reservéis el tour con él.
- Parque de Valea Morilor: otro de los más visitados de la ciudad, famoso por el paseo de 2,5 kilómetros que rodea el lago y por la pequeña "playa" frecuentada por bañistas locales.
- Arquitectura soviética: los restos de la arquitectura soviética que se pueden hallar a lo largo y ancho de la ciudad fue sin duda una de las cosas que más nos llamó la atención. Edificios descomunales de hasta 24 plantas de altura, fríos, impersonales, hormigueros urbanos; algunos de ellos de aparentemente semi-abandonados, otros rehabilitados... Símbolo de toda una era, de un movimiento político y de una filosofía de vida que en nada se parece a la nuestra.
Y hasta aquí mi particular guía de viaje de Moldavia. ¿Qué os ha parecido este destino? ¿Conocíais algo sobre él?
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La leyenda cuenta que, a causa de un error burocrático, la campana que fue originalmente concebida para esta iglesia acabó siendo enviada a Ukrania y que Chisinau se quedó con la campana que debía ser enviada a Ukrania, demasiado grande para ser colocada en la iglesia. Por lo que se tuvo que construir una torre separada de la construcción principal para albergar el campanario.
- Arco de Triunfo: la entrada al parque de la catedral está marcada por la Puerta Sagrada, también conocida como el Arco de Triunfo de Chisinau, de 1841, el cual conmemora la victoria del ejército ruso sobre el Imperio Otomano. Moldavia fue parte de la unión soviética hasta 1991.
- Palacio del Gobierno: frente al Arco de Triunfo, destaca un sobrio y robusto edificio de estilo soviético en forma de la letra "П" del alfabeto ruso.
- Mercado de las flores: en la parte noroeste del Parque de la Catedral, se sitúa el Mercado de las Flores, abierto 24 horas siete días a la semana.
- Parque de Stefan cel Mare: a apenas escasos metros del Parque de la Catedral, nos encontramos con otro de los principales parques de la ciudad, el de Stefan cel Mare, la estatua de este héroe de la época medieval de Moldavia se sitúa en su entrada principal. Este parque es el lugar de encuentro de gente joven, familias y jubilados donde igual te puedes encontrar un grupo de parejas de la tercera edad bailando al ritmo de música folklórica como de break dancers animando a los viandantes. Sin dudas el lugar perfecto para sentarse y ver el transcurrir de la vida local.
El museo, a pesar del valor y la riqueza de su colección, está en decadencia por falta de medios y de compromiso de las instituciones públicas. Una verdadera lástima.
No obstante, lo más memorable de esta visita fue nuestro guía, André; un hombre culto, de mundo, con un inglés perfecto, amante de la historia de su país y muy comprometido con la conservación del museo. Durante dos horas y media nos guió a través de la historia de Moldavia de una forma súper amena, respondiendo a nuestras decenas de preguntas y transmitiéndonos su pasión. Si vais a visitar este museo, os aconsejo que llaméis con antelación y reservéis el tour con él.
- Parque de Valea Morilor: otro de los más visitados de la ciudad, famoso por el paseo de 2,5 kilómetros que rodea el lago y por la pequeña "playa" frecuentada por bañistas locales.
- Arquitectura soviética: los restos de la arquitectura soviética que se pueden hallar a lo largo y ancho de la ciudad fue sin duda una de las cosas que más nos llamó la atención. Edificios descomunales de hasta 24 plantas de altura, fríos, impersonales, hormigueros urbanos; algunos de ellos de aparentemente semi-abandonados, otros rehabilitados... Símbolo de toda una era, de un movimiento político y de una filosofía de vida que en nada se parece a la nuestra.
Cómo moverse
La mayor complicación de visitar un país tan poco frecuentado por turistas como Moldavia es la imposibilidad de comunicarse con la gente local. Es raro encontrar a gente que hable inglés y, a no ser que hables ruso o rumano, estás perdido.
En nuestro caso viajar con una amiga de origen moldavo fue la clave el éxito de nuestro viaje. No obstante, mi consejo para aquellos que viajéis por vuestra cuenta, es moverse en taxi (que es baratísimo), llevar a mano siempre el traductor de Google y mostrar por escrito lo que queréis decir y, en el caso de que os alojéis en un hotel, contar con los servicios de recepción del hotel para hacer reservas o concertar servicios de transporte.
En el caso de las visitas a los museos, si queréis que sean guiadas, tratad de reservarlas con anterioridad para aseguraros de contar con un guía en inglés.
Dónde alojarse
Nosotros nos quedamos en City Park Hotel, un hotelito de 4 estrellas en pleno centro de la ciudad, junto a la catedral. Situado en una calle peatonal muy agradable llena de cafeterías y terrazas. Muy recomendable.
Y hasta aquí mi particular guía de viaje de Moldavia. ¿Qué os ha parecido este destino? ¿Conocíais algo sobre él?
¡Feliz ecuador de la semana y hasta muy prontito!
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