Muy poquito os hablo yo de esta belleza de país al que tengo la suerte de haber ido a parar. Este mes hace 3 años que me mudé aquí y está siendo, sin lugar a dudas, el mejor verano de todos. Después de todo este tiempo se puede decir que estamos totalmente "asentados"; tenemos un círculo de amigos que han pasado a ser nuestra pequeña familia suiza, nos hemos hecho ya con la zona, hemos entablado amistad con los vecinos, dominamos más el francés... y es ahora cuando realmente se puede decir que estamos empezando a saborear las ventajas de vivir aquí.
Suiza es un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza y este verano con el tiempazo que está haciendo estamos disfrutando del país en su máximo esplendor. Habiendo vivido toda mi vida en ciudad, ahora me doy cuenta de lo bonito que es vivir rodeada de esta maravilla de paisajes.
Aquí os dejo una lista de mis actividades favoritas del verano en las que veréis que el verde es el color predominante:
1. Cataratas de Schaffhausen: situadas al norte del país, casi en la frontera con Alemania, representan el salto de agua más grande de Europa. El estruendo del agua al caer sobre este tramo del río Rin es sobrecogedor.
Lo más curioso es la roca que ha logrado desafiar la fuerza de los cientos de centímetros cúbicos que caen por segundo y se erige imponente en medio del río. Se puede subir a ella a través de una plataforma construida para aquellos que quieran unirse a su causa y plantarle cara al agua ;)
2. Rafting de Thun a Berna: ésta fue una actividad que hicimos hace unos fines de semana con un grupo de amigos y NOS ENCANTÓ. Se trata de un recorrido de unos 40 km a lo largo del río Aare que se puede hacer fácilmente con una barca hinchable. Nosotros inicialmente pensamos que las aguas serían más bravas y optamos por alquilar una barca de rafting, más robusta que una barquita hinchable de Decathlon. Nuestra sorpresa fue lanzarnos al agua equipados con nuestra barcaza y, por supuesto con nuestros respectivos salvavidas, y ver a todos los suizos con pequeñas barcas hinchables e incluso colchonetas dejándose llevar tranquilamente por la corriente, que nada tenía de brava. Sin duda dimos el cante ;)
El recorrido comienza en Thun, hasta donde se puede llegar fácilmente en tren, y termina en Berna con unas vistas preciosas a la ciudad. A ambas orillas del río hay muchísimas "playas" donde se puede aparcar la barca y hacerse un picnic.
3. Navegar por el lago de Annecy: técnicamente hablando Annecy no es una ciudad suiza, sino francesa, pero por su cercanía a Ginebra he pensado que bien valía la pena incluirla en la lista.
La llaman la Venecia de Francia por sus canales y el casco antiguo con sus calles empedradas y las pequeñas tiendas y restaurantes es encantador. Su lago de arena blanca tiene bastante menos profundidad que el Léman, por lo que su agua es más cálida y color turquesa. Un planazo para los días calurosos de verano es ir a pasar el día allí, comer en una de las decenas de terrazas del centro y alquilar una barca con capacidad para seis personas por 75 euros la hora. No se necesita ningún tipo de permiso y es muy fácil de manejar.
4. Senderismo en Ticino: ¿qué deciros de esta ruta taaaan bonita? Si venís al cantón italiano de Ticino es una excursión imprescindible.
En Lavertezzo se coge un bus hasta Sonogno y se regresa a pie hasta este mismo punto en un recorrido de 4 horas muy fácil a lo largo del río de aguas cristalinas. Si el agua fría no os espanta, os aconsejo que os llevéis bañador y os deis un chapuzón en alguna de las piscinas naturales.
Al estar situadas a orillas del lago Léman, las vistas desde sus senderos son simplemente maravillosas. No sólo eso, sino que a lo largo de toda la ruta se atraviesan pequeños pueblos medievales dignos de cuento, así como diversas bodegas en las que degustar el vino de la región.
El recorrido se puede hacer en pie desde Saint Saphorin hasta Lutry {3h15} o en el tren turístico conocido como Lavaux Express.
6. Zambullirse en el lago Léman - stand up paddle o patinete: el deporte de moda también ha llegado a Suiza, rara es la "playa" en la que no se pueda alquilar una tabla para practicar este deporte tan sencillo y divertido. Al no haber olas ni mareas, el lago es el sitio perfecto para practicarlo. Y, si os va más lo de darle a los pedales, un patinete desde Lausana o Vevey siempre es una buena alternativa.
7. Visitar el pueblo más bonito de Francia: Yvoire está en la orilla del lago Léman opuesta a Ginebra, a 40 minutos en coche, y está considerado como uno de los pueblos más bellos de Francia. Se trata de una pintoresca villa medieval fortificada del siglo XIV con muchísimo encanto.
Y hasta aquí mi lista de lugares imprescindibles del verano, que como me descuide casi llega en otoño jajaja. Espero que esta pequeña guía os sirva de inspiración si planeáis venir a Suiza.
Un besazo y ¡hasta prontito!
- 9:23
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