5 planes nocturnos en Nueva York - Lo que no cuentan las guías de viaje

18:30

En 2010 tuve la gran oportunidad de vivir durante cuatro meses en Nueva York. Recuerdo como si fuera hoy el momento en el que abrí mi correo electrónico y saltó la bomba, ¡me habian aceptado para realizar un periodo de prácticas en Naciones Unidas! Éste ha pasado a la historia como uno de los momentos más felices de mi vida. Se presentaba ante mí, no solo una oportunidad profesional única ¡¡sino la posibilidad de vivir cuatro meses en la Gran Manzana!! ¿Quién no ha soñado con ello alguna vez?

Cierto es que llegar en pleno mes de julio, con casi 40 grados, sin alojamiento y teniendo que patear Manhattan de cabo a rabo para encontrar una habitación decente, sola y sin conocer a nadie, te hace replantearte qué narices haces tú ahí perdida. Pero, una vez pasadas las peripecias propias de las primeras semanas, es imposible no caer rendida a los pies de la ciudad que nunca duerme.

La primera vez que viajé a Nueva York fue en 2009, 9 días en los que no dejamos rincón turístico sin recorrer. Hicimos lo típico que hace todo turista que visita la ciudad por primera vez. Mi propósito de hoy es desvelados los pequeños secretos que no cuentan las guías de viaje, lugares inéditos y experiencias únicas que han hecho que Nueva York siga manteniendo los primeros puestos entre mis ciudades favoritas.

1. Amateur Night en el Apollo Theater de Harlem

El Apollo Theater es uno de los teatros con más historia de todo Nueva York. Alberga todos los miércoles la conocida como Amateur Night, en la que artistas noveles {cantantes, bailarines, músicos y cómicos} buscan darse a conocer en una competición en la que el público decide a los ganadores de la noche a base de aplausos o abucheos. Aquí se dieron a conocer artistazos como los Jackson Five, James Brown, Lauren Hill o Steve Wonder. Una velada que, por 15 dólares, de verdad vale la pena no perderse.



2. Cine de verano al aire libre

¡El planazo perfecto para las calurosas noches de verano! La red de parques públicos de Nueva York organiza veladas gratuitas de cine al aire libre en distintos puntos de la ciudad. Mi favorito, y uno de los sitios más mágicos que guardo en mis recuerdos, el Brooklyn Bridge Park. La pantalla de cine se coloca de espaldas a la isla de Manhattan y las películas empiezan a proyectarse al atardecer. No imagináis lo espectacular que es estar viendo un película mientras contemplas la Estatua de la Libertad y Manhattan iluminarse poco a poco de fondo. Y si además acompañáis la peli de un buen picnic ¡para qué contaros!



3. Atardeceres entre copas en el Frying Pan

Anclado en el muelle número 66, a orillas del río Hudson, este antiguo buque es uno de los puntos de encuentro imprescindibles en la ruta after work de los neoyorquinos. Por ello, a pesar de que el ambiente es muy informal, no es extraño ver a gente joven ataviada con traje de chaqueta. Los atardeceres en la cubierta, cerveza en mano, son una preciosidad. Y las hamburguesas están para chuparse los dedos.



4. Target First Saturdays en el Brooklyn Museum

Una noche 100% cultural a la par de divertida, un plan muy diferente al que estamos acostumbrados para un sábado noche ¡y gratis! Todos los primeros sábados de mes se puede no solo visitar el museo -compuesto por galerías de arte contemporáneo, exposiciones de objetos del antiguo Egipto y Asia, e incluso salas con réplicas de casas del siglo XVII al siglo XX {mi parte favorita}- sino también, disfrutar de actuaciones musicales y teatrales en directo, ponencias lideradas por reputados profesores e investigadores y, lo mejor, culminar la visita bailando al ritmo del DJ invitado de la noche.

First target saturdays Brooklyn Museum

5. Ópera al aire libre en Lincoln Center.

A lo largo del verano la Metropolitan Opera de Nueva York organiza alrededor de cinco veladas de ópera al aire libre.  Las obras se proyectan con subtítulos en inglés para poder seguir el argumento y se disponen 2.800 asientos a lo largo de la plaza del Lincoln Center. Conviene llegar prontito para coger sitio, ya que no hay césped alrededor donde poder sentarse. Yo di con este evento de casualidad, yendo con una amiga al festival de cine del Lincoln Center nos encontramos con esta gran sorpresa. La calidad del sonido es espectacular, a mí se me pusieron los pelos de punta al escuchar las voces de los intérpretes. ¡Toda una delicia! Ya no me quiero ni imaginar lo que debe de ser verla en vivo y en directo.


Poquito a poco os iré desvelando más secretos de esta ciudad que me tiene cautivada. Si algun@ de vosotros vais a viajar a la Gran Manzana y queréis algún consejillo, no dudéis en escribirme ;)

¡Feliz tarde-noche de miércoles!

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